Aquella noche, como otras muchas noches, él volvió ebrio a casa y la pegó, la insulto arrastrando por los suelos su cuerpo y su dignidad. A la mañana siguiente, mientras ella se hacía la dormida en la cama, él la beso y le pidió perdón, aunque sabía que horas después volvería a maltratarla.
Erik Mole
Duro pero intenso.Me gusta.
ResponderEliminar