sábado, 21 de enero de 2017

Microrelato


— ¡Será posible! Esta tía tiene la sensualidad en el culo, en vez de acariciarme con las manos, lo hace con un serrucho. ¿Se habrá pensado que soy un pedazo de madera carcomida?— Pensaba un violín cuando terminó el concierto.

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